¿Que es Certificado de Aptitud Sismorresistente (CAS)?
El Certificado de Aptitud Sismorresistente (CAS) es un certificado que extiende el por el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) dependiente del Ministerio de Obras - Secretaría de Obras Públicas. Un certificado de aptitud sismorresistente es un documento que acredita que un sistema constructivo ha sido diseñada para resistir adecuadamente los efectos de un terremoto, según las normativas vigentes. En Argentina, este certificado es expedido por el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) y es fundamental para construcciones en zonas sísmicas.
Zonas Sísmicas en Argentina
El sismo de diseño, es el resultado del análisis de los diferentes terremotos registrados en el país y en otros lugares del mundo con características sísmicas similares a las nuestras. En general, se adopta el movimiento más destructivo que puede ocurrir en una determinada zona, con una recurrencia de 500 años (es decir, que ocurre, en promedio, una vez cada 500 años).
El peligro sísmico, que es la probabilidad de que ocurra una determinada amplitud de movimiento del suelo en un intervalo de tiempo fijado, depende del nivel de sismicidad de cada zona. Los Mapas de Zonificación Sísmica individualizan zonas con diferentes niveles de Peligro Sísmico. En el Mapa de Zonificación Sísmica del Reglamento INPRES-CIRSOC 103, se encuentran identificadas 5 zonas. Un valor que permite comparar la actividad sísmica en cada una de ellas es la máxima aceleración del terreno "as" para el sismo de diseño antes definido. Esta aceleración se expresa en unidades de "g", siendo "g", la aceleración de la gravedad.
Además de la actividad sísmica de cada lugar, debe también considerarse el DESTINO de la construcción. Con este fin el Reglamento clasifica a las construcciones según su DESTINO Y FUNCIONES, asignándoles un "factor de riesgo", que puede interpretarse como un porcentaje adicional de seguridad, de acuerdo con el uso de la construcción. Por ejemplo, para hospitales, centrales de bomberos, centrales de energía, depósitos de materias radioactivas, etc., este porcentaje es del 40%; en tanto que para edificios educacionales, cines, teatro, estadios, hoteles, etc., es del 30%. De este modo se contempla la necesidad de que, ante la ocurrencia de terremotos destructivos, las construcciones esenciales puedan seguir funcionando sin ningún tipo de daño.